¿Te suena eso de subir al avión lleno de ilusión y aterrizar como si hubieras corrido una maratón con las maletas a cuestas? Tranquilo, no estás solo. Sobrevivir a un viaje largo en avión sin perder la paciencia (ni la espalda) es casi un arte, pero se puede dominar. No importa si tu vuelo es de ocho, diez o catorce horas: con un poco de preparación y un par de trucos bajo la manga, puedes llegar a destino con energía (y sin convertirte en estatua de sal por culpa de una mala postura).
Primero, lo esencial: ¿qué llevar en la mochila de mano? Más allá del pasaporte y el móvil, piensa en objetos que te hagan la vida fácil. Almohada de cuello, botella de agua reutilizable, auriculares con cancelación de ruido, calcetines cómodos, algún snack decente (porque lo de la comida del avión, ya sabemos…), y un buen libro o serie descargada. Ah, y si eres de los que solo duermen si hay oscuridad total, no olvides el antifaz. Todo suma a la hora de sobrevivir a un viaje largo en avión.
Y para quienes se preguntan si tanta preparación sirve de algo: sí, sobre todo si buscas perder el miedo a volar. Tener una rutina, llevar entretenimiento, saber qué postura adoptar y hasta qué comer ayuda a mantener la mente ocupada y relajada. La sensación de control es clave para que las horas no se conviertan en una cuenta atrás eterna. Así que sí, un plan previo es tu mejor aliado a miles de metros de altura.
Cómo sobrevivir a un viaje largo en avión sin dramas ni bostezos infinitos
Vale, ya hemos calentado motores. Ahora toca afinar la técnica para sobrevivir a un viaje largo en avión sin dramas innecesarios. No se trata solo de llenar la mochila de gadgets: el cuerpo también necesita cuidados.
En el aire, moverse de vez en cuando es obligatorio. Cada dos horas, levántate, da una vuelta, estira las piernas. No subestimes el poder de un buen estiramiento en medio de la cabina. Además, cuida lo que comes antes y durante el vuelo: nada de comidas superpesadas, que luego el estómago se queja a más no poder. Y ojo con la hidratación, que el aire de los aviones es más seco que el chiste de un tío en Nochebuena.
Finalmente, la lista definitiva para sobrevivir a un viaje largo en avión:
- Almohada, antifaz y tapones: el trío sagrado del viajero que busca dormir sin interrupciones.
- Snacks saludables: nueces, barritas, fruta deshidratada. Todo mejor que depender solo de las bandejas del avión.
- Entretenimiento personalizado: música, series descargadas, libros, juegos de móvil.
- Ropa cómoda: capas ligeras, calcetines gorditos, nada que apriete demasiado.
- Hidratación y movimiento: agua a mano y paseíto por el pasillo cada cierto tiempo.
Con estos consejos, sobrevivir a un viaje largo en avión será casi tan fácil como quedarse en el sofá… solo que con vistas a las nubes.

